20 sept 2013

AVISO E INVITACION

Hola. El blog está animación suspendida (volverá a la actividad en breve) pero entre tanto invito a leer un nuevo cuento en otro blog:

http://quenotefalle.wordpress.com/2013/09/20/como-te-despertaste-hoy/

"Que no te falle (el verosimil)" es un blog colectivo que hacemos con escritores e ilustradores. El cuento está ilustrado por María Sanzol y es parte de nuestra primera serie, sobre el tema "Los Sueños". Trata sobre una fiesta de cumpleaños sorpresa y un regalo medio extraño, tal vez con algo de macumba...

Gracias! El blog vuelve a despertar a mediados de Octubre, avisos serán enviados. Saludos.

12 jul 2013

Viaje a Nebraska III - parte 1

No recordaba que el agua de la casa tenía un olor terroso, más en la ducha. El agua es una cosa ubicua, setenta por ciento del cuerpo humano y de la superficie terrestre, en valores aproximados. Al viajar estas variaciones aparecen y recuerdan que la normalidad es un fenómeno local. La casa producía su propia agua porque no estaba incorporada a la ciudad y no tenía conexión de agua o cloaca. Los padres de Jessica la habían comprado en 1984, cuando Jessi tenía seis años, con un pozo de agua y un "campo" séptico en el jardín trasero. La normativa de Naperville tenía mayores restricciones que la estatal, permitía una altura para antenas de 60 metros y Bob tenía una antena de 100 metros para su radio de onda corta.

11 jul 2013

Viaje a Nebraska II - parte 2

En la casa leí y escribí correos comiendo yogur con frambuesas blancas y arándanos frescos. Los ejercicios del doctor Paul habían llegado, también la póliza de seguro para nuestro departamento en Buenos Aires. Unos días antes de viajar habíamos mudado nuestras cajas. Luego encontramos la puerta forzada, sin éxito. La madera en la cerradura estaba quebrada pero la cerradura nueva había aguantado. En ocho meses de refacción las llaves del edificio, de la puerta de calle, habían pasado por demasiadas manos. Agregamos un cerrojo grueso y mi padre ofreció sacar un seguro con su agente. Leí la póliza picando almendras bañadas en chocolate, mini pretzels, castañas de cajú y nueces. La mesada tenía envases y envases de plástico con alimentos que entraban en un puño. Escuché la puerta, Ann y Bob volvían de alquilar el vehículo para el viaje y Ann estaba volviendo a salir. ¿Iba a buscar a Jessica? Y a la biblioteca y las "sidewalk sales", me convenía ir. Había un libro que quería, lo había visto en el aeropuerto pero Jessica había saltado y dicho, "¡compralo en Anderson's!" La librería estaba ahí con los negocios de ropa, dijo Ann, podía pasar a comprar el libro. Le pedí un momento para cambiarme.

Viaje a Nebraska II - parte 1

Me despegué de la cama, como el molusco de una almeja, entumecido pero sin problemas de motricidad, sin compresión encefálica. Solo Ann estaba en la casa, de pie en su nicho de trabajo. La madre de Jessica, como mi madre y ahora yo, tiene problemas cervicales, y su computadora y teléfono están en una mesada bajo la escalera, para que trabaje de pie. Le pregunté si Jessica había llegado a tomar el tren. Sí, Jessica había alcanzado al tren, y ambas ella y su madre (quien me hablaba) creían que tenía que verme un médico. Ya me habían sacado turno para las cinco con un fisioterapeuta "altamente recomendado". Pregunté el costo y Ann, volviendo a su computadora, dijo que no me preocupe.

10 jul 2013

Viaje a Nebraska I

En las diez horas de vuelo de Buenos Aires a Newark dormí un poco, fui al baño tres veces y vi dos películas. En el respaldo de los asientos había pantallitas tactiles con una selección de 1131 películas, series de TV y videojuegos. Vi "El Mago de Oz", la película de 1939 con Judy Garland, y "A Good Day to Die Hard", la última en la serie de Bruce Willis, que salió en febrero de este año, 2013. "El Mago de OZ" no es una serie de preámbulos y transiciones para demagogia musical, es una historia genuina con buenas canciones. A la media hora de "Duro de Matar" me dejé adormecer por la indiferencia y las explosiones.

5 jul 2013

Domingo en Venecia.

Golpeó la puerta, tres golpes huecos a la madera, y la puerta contestó, la puta madre carajo, quién mierda es. Cuando uno de tantos en la calle le dedicaba esas imágenes Rivas no se inmutaba. Sacaba la frente por la ventanilla y sin énfasis le preguntaba, querés que nos bajemos. Había mucha motito así, unos cobardes que te dejaban el regalito verbal y se iban pitando. Rivas decía, para qué enojarse, son animalitos. Después le quemaba la oreja al pasajero por unas cuadras.

28 jun 2013

El General y la Bataclana.

Ilustración por: Delfina Peydro



Los hermanos Doberto fueron a la Capital cuando murió el padre. Eran tres huevos de campo. El mayor se llamaba Baez. Los otros dos, gemelos, eran Domingo y Diego.

14 jun 2013

Lexicón de Jitanjáforas Mairalnas.


Ver. 6.8
Revisado junio 2310.

Afiscar.
1. tr. Penar con privación de bienes, que son asumidos por el fisco.
2. tr. Declarar que algo ha caído en afisco.
3. tr. Incautarse de ello como pena.

Afisco.
1. m. Der. Cosa afiscada.
2. m. Der. Pena que consiste en la privación de bienes, sea por impago de los correspondientes impuestos o porque exceden la capacidad económica máxima de la categoría fiscal asignada. Los bienes son asumidos por el fisco y distribuidos entre aquellos sujetos fiscales cuya capacidad económica este debajo de la media de su categoría fiscal.
3. m. pl. u. c. sing. coloq. Establecimiento autorizado donde se distribuyen bienes afiscados.

Claros, conectados y regulados.

Apenas él le daba el okey, a ella se le agolpaba el paracaídas y caían en galpones, en salvajes forestaciones, en nevadas exasperantes. Cada vez que él procuraba ordenar las filas, se enredaba en un griterío quejumbroso y tenía que insultarse de cara al espejo, sintiendo cómo poco a poco las manos se endurecían, se iban cerrando, hormigueando, hasta quedar tendido como el veterano de combate al que se le han dejado caer unas nociones de orden. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se calzaba los camuflajes, consintiendo en que él aproximara suavemente su telescópica. Apenas se lanzaban, algo como un reflejo los llevaba, los abrumaba y enfocaba, de pronto era el túnel, las detonaciones cegadoras de las metralletas, la opacidad inútil del objetivo, los avances del equipo en una figura quirúrgica. ¡Flanco! ¡Flanco! Apostados en la cresta del operativo, se sentían claros, conectados y regulados. Temblaba el humo, se vencían las barreras, y todo se acoplaba en un profundo sentido, en parches de purulentas gasas, en informes casi crueles que los llevaban hasta el límite de las burocracias.



Texto original:

Apenas él le amalaba el noema, a ella se le agolpaba el clémiso y caían en hidromurias, en salvajes ambonios, en sustalos exasperantes. Cada vez que él procuraba relamar las incopelusas, se enredaba en un grimado quejumbroso y tenía que envulsionarse de cara al nóvalo, sintiendo cómo poco a poco las arnillas se espejunaban, se iban apeltronando, reduplimiendo, hasta quedar tendido como el trimalciato de ergomanina al que se le han dejado caer unas fílulas de cariaconcia. Y sin embargo era apenas el principio, porque en un momento dado ella se tordulaba los hurgalios, consintiendo en que él aproximara suavemente su orfelunios. Apenas se entreplumaban, algo como un ulucordio los encrestoriaba, los extrayuxtaba y paramovía, de pronto era el clinón, las esterfurosa convulcante de las mátricas, la jadehollante embocapluvia del orgumio, los esproemios del merpasmo en una sobrehumítica agopausa. ¡Evohé! ¡Evohé! Volposados en la cresta del murelio, se sentía balparamar, perlinos y márulos. Temblaba el troc, se vencían las marioplumas, y todo se resolviraba en un profundo pínice, en niolamas de argutendidas gasas, en carinias casi crueles que los ordopenaban hasta el límite de las gunfias.

- Julio Cortazar. "Rayuela", capítulo 68



Este texto fue escrito en el marco de un taller dictado por Pedro Mairal y organizado por la revista Orsai. Fue el noveno de once ejercicios, con consigna doble. La primera fue reescribir el capitulo 68 de la novela "Rayuela" de Julio Cortazar, reemplazando las palabras inventadas por otras no inventadas.

24 may 2013

En la cuneta de Soler.


Otra vez pisé mierda. No tiene vereda limpia esta ciudad. Mi novia dice: vamos a patinar en la caca. Me señala montículos hundidos en la vereda, huellas curvas y estriadas, mostrando que me habla de una realidad. En la calle hay que aprender a esquivar. En el centro, en las avenidas, se esquiva gente. En las calles de barrio, se esquiva mierda.

10 may 2013

Pumita.


Mi hermana tiene dos piedras pómez, una más gruesa y suave, otra más áspera, partida en dos por mí. Se partió cuando la solté al piso. Había usado esa piedra para limpiarme las manos, para sacarme el pegamento por diez años, una década estudiando arquitectura. Pegamentos que se usan en arquitectura: adhesivo en aerosol que empasta el vello en los brazos, adhesivo instantáneo que endurece las yemas de los dedos, cola vinílica que seca en membranas blancas, gel transparente que hace virutas de goma. En esos años de preparación llegué a conocer el efecto del pegamento en mis manos, pero supe muy poco de la piedra que sirvió para sacar el pegamento de las manos, dejarlas listas para más pegamento.

3 may 2013

Sidra casera con bourbon, sandia con tinto.


Hay algo podrido en esta casa, o en mi boca. Como un sueño que olvido, tengo la impresión de haber estado en un auto, en una autopista con faroles altos, con puentes de malla de alambre en la oscuridad. Algo gomoso y pegado, como mayonesa vieja, dificulta enfocar la mirada. En los fogonazos donde intento mirar, en las articulaciones cuando me pongo de pie, sola se piensa la necesidad de agua.

28 abr 2013

¡BLOG DE CINE!

He decidido saldar una vieja deuda e iniciar un blog sobre cine. Se llama LACMA ON FIRE, por la pintura de Ed Ruscha "Los Angeles County Museum on Fire", que aparece en la cabecera del blog.

http://lacmafire.blogspot.com.ar/

26 abr 2013

Agüero y Galileo.

Piso una baldosa suelta, me salpica la cara, afirmo las cajas con el brazo y libero la mano que no sigue al viejo, el tío Ernesto arrimando el siguiente paso con los ojos inertes, la boca suelta, tieso de la cintura para abajo, doblado del estómago hacia arriba. Voy al lado, retrocediendo, poniéndole una mano en la lumbar, donde actúan presiones con las que puedo identificarme aunque tengan razones menos perecederas y más íntimamente ligadas, tal vez.

19 abr 2013

Su propia forma.

Mi profesora de segundo grado creía en los OVNIs. Aunque no me acuerdo bien de ella creo que nos gustábamos. Yo no jugaba mucho con los demás. En los recreos dibujaba. Esto fue antes de que me volviese mitómano y dijese en un acto de abanderados de quinto grado que me iba temprano porque me llevaban a la cárcel a visitar al tío, lo que me puso en terapia hasta tercero de la secundaria, que terminé con promedio de nueve-coma-siete para que cuando me llevasen a cenar afuera y me preguntasen qué quería de premio pudiese decir que no quería hacer más terapia.

7 abr 2013

Seguir.

Cierro el libro que puse sobre la mesa y miro la ventana, una guillotina gruesa de madera. Busco al mozo. Un chico en la vereda me pide una moneda. Sacudo la cabeza, cierro los ojos, abro las manos: el chico avanza a la siguiente ventana. El mozo me saluda y pregunta qué va a ser. Pido mi té y abro el libro, un western de la colección “Bravo Oeste”. Colecciones como “Bufalo”, “La Huella”, “Ases del Oeste”, se publicaron entre el cincuenta y el ochenta en libritos de bolsillo, de unas cien páginas, de papel fino y áspero, del tamaño de una billetera abierta.